En el año de la negociación colectiva se acrecientan las dificultades.

Este es un año crucial en materia de negociaciones colectivas en el sector financiero, ya que están precedidas de las condiciones más adversas que hayamos tenido que afrontar los trabajadores del mundo y muy en particular los trabajadores colombianos.
LO QUE NOS ESPERA
Como ya lo expusimos en nuestro primer boletín, emitido a comienzos del mes de enero, este es un año crucial en materia de negociaciones colectivas en el sector financiero, ya que están precedidas de las condiciones más adversas que hayamos tenido que afrontar los trabajadores del mundo y muy en particular los trabajadores colombianos.
Es claro que, a la tradicional política antisindical de los banqueros y del gobierno nacional se suma una fuerte política de cierre de oficinas y despidos disfrazados de renuncias voluntarias, tercerización y trabajo en casa, todo lo cual se suma al recrudecimiento de la violencia, la corrupción, la precaria gestión gubernamental de un presidente que solo piensa en cuidar su imagen, pero no se preocupa de los estragos que está generando la pandemia en materia económica, dando lugar a un índice de precios al consumidor (IPC) que después del maquillaje por parte del DANE, se sitúa en el 1.61% al corte de diciembre del año 2020.
Estamos presenciando diariamente, el cierre masivo de empresas, mientras el gobierno asume como única estrategia para hacerle frente a la pandemia del Covid-19 el autocuidado y el aislamiento, pero sin un compromiso real en materia de salud y ayuda económica, tanto a las empresas como a los colombianos que se han quedado sin empleo. Esta desacertada política es lo que está llevando a la quiebra a la economía nacional.
El tema de las vacunas se ha convertido en una plataforma promocional de la política neoliberal del gobierno de Iván Duque, la ineficacia la suple con actos publicitarios que los medios masivos de información se encargan de difundir y publicitar para encubrir la grave situación que padecen millones de colombianos a en lugar de garantizarles el otorgamiento de una renta básica les anuncia la extensión del IVA en un 19% para toda la canasta familiar. El gobierno ha dejado muy en claro que tan pronto el congreso reinicie sus actividades legislativas, le será presentada una nueva reforma tributaria, para extender la obligación de pagar impuestos a mayor cantidad de colombianos.
Las dificultades son tan evidentes, que por mas que alguien quiera decir lo contrario, todos los colombianos sabemos que son ciertas y que tenemos muchas debilidades para afrontarlas.
EL PAPEL DEL SINDICATO Y SUS DIRIGENTES EN TIEMPOS DE CRISIS
Los sindicatos se constituyeron para equiparar fuerzas de los trabajadores con la de los dueños del capital, la actividad sindical nació como una expresión de rechazo a las injusticias, las extensas jornadas laborales, los precarios salarios y las insoportables condiciones laborales. Los sindicatos son útiles en la medida en que sus dirigentes no pierdan de vista el papel de luchadores sociales y de orientadores de los trabajadores; el verdadero dirigente es aquel que ni en las peores circunstancias olvida cual es la razón de ser de este tipo de organización.
Lástima que en Colombia todo funciona al revés, en la medida que crecen las dificultades florecen falsos redentores que, aprovechan las dificultades y las angustias de los trabajadores para utilizarlas en su particular provecho, que es más o menos lo que sucede con algunas religiones en donde el creyente acude en busca de ayuda y el pastor en lugar de auxiliarlo lo pone a pagar diezmo. Es simplemente perverso que todavía existan estos mercenarios que no desaprovechan oportunidad para hacer negocios.
LA HISTORIA QUE SE REPITE NEGOCIACIÓN TRAS NEGOCIACIÓN.
Parece increíble que, a los despidos masivos en los bancos, al trabajo esclavista que se está imponiendo a los compañeros que están laborando desde sus hogares, al creciente desempleo y a las medidas antisindicales, haya quienes pretendan contestar con división y oportunismo de la más dudosa calaña, creando aparatos que son una negación a la práctica sindical, que desvirtúan la esencia del sindicalismo y que para lo único que sirves es para facilitarles las acciones a los empresarios.
No pretendemos dejar de lado que los principales responsables de las angustias que aquejan a los trabajadores son los bancos, el gobierno y su modelo económico. Entendemos que el mobbing o acoso laboral contra los trabajadores, se convierte en caldo de cultivo para que prosperen las acciones mal intencionadas de avivatos que, sin tener ninguna trayectoria de servicio a la sociedad, llegan a los puestos de trabajo a ofrecer soluciones fantásticas que nada tienen que ver con propuestas efectivas para atacar el mal de raíz.
Simplemente ofrecen la salida facilista de crear un nuevo sindicato, a partir de lo cual aparece un nuevo aparato que nadie sabe cómo ni cuándo se conformó y lo que es más grave, cobrando elevadas sumas de dinero a cambio de incluirlos en juntas fantasmagóricas que supuestamente brindarán al trabajador protección legal.
Evidentemente esta maniobra ha logrado enredar a varios trabajadores incautos, convirtiendo las dificultades en un repudiable negocio que, por ser abiertamente ilegal, puede dar lugar a acciones penales por parte de los empresarios que ya le están haciendo seguimiento a estos subterfugios y recopilando pruebas que claramente tipificarían el abuso del derecho y que, pudiese desencadenar en acciones penales.
La debilidad y la fragmentación para lo único que sirven es para que los empresarios golpeen más fácilmente a los trabajadores. De ahí, el llamado a los trabajadores para no caer en la trampa y no dejarse dividir; no se debe dejar de lado que fue la ACEB la que logro normalizar la relación de los trabajadores del extinto Megabanco y que somos nosotros los que hace más de 10 años venimos empeñados en desmontar los contratos temporales, nadie distinto a la ACEB ha participado de la construcción de la Convención Colectiva de trabajo, que ahora unos oportunistas, supuestamente, quieren defender a base de división.
No perdamos el norte, no podemos permitir en este momento que agentes contrarios a los intereses reales de los trabajadores nos distraigan del objetivo principal, de aferrarnos a la unidad en torno a la organización que históricamente a librado la batalla por el bienestar de los trabajadores. No podemos darnos el lujo de llegar debilitados ni mucho menos divididos al momento de presentar nuestro pliego. Se avecina un momento crucial para los intereses y el futuro de los bancarios, hoy más que nunca requerimos de experiencia, de unidad y mucho sentido de responsabilidad para con nuestras familias y nosotros mismos. Si se requiere cambiar algo. que el cambio sea para mejorar lo presente, no simplemente para experimentar, ni mucho menos para desmejorar lo que tanto nos ha costado.
Nuestros problemas son realmente serios requieren de acciones serias y contundentes, el trabajo en casa, el teletrabajo, el trabajo a distancia o como se denomine la modalidad laboral, no es un juego, la amenaza de despidos y el cierre de oficinas no lo vamos a evitar creando aparaticos ilegales, todos estos males solo se pueden enfrentar con fuerza y decisión, las guerras no las gana el más débil no se confundan, porque el que no conoce la historia está obligado a repetirla.
Aceb Nacional
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